En este período de pandemia, aquellos que han tenido cinta de correr en casa han continuado su práctica de running, pero muchos se han preguntado si es mejor correr en la cinta o en la calle. Existe un amplio debate alrededor de este tema.
Podríamos afirmar que no existe un método mejor o peor, pues ambos tienen sus ventajas y desventajas. Dependerá del momento de la elección y de cuál sea nuestra preparación. Veámoslo a continuación:
Desde un punto de vista biomecánico, hay algunas variables que podrían ser relevantes, según los estudios de Van Hooren.
– Las cintas de correr con una superficie blanda podrían ser preferibles para situación de rehabilitación, debido a que la carga en posición vertical es menor.
– La fuerza ósea que tiene la tibia es menor en la cinta. Pero la fuerza en el tendón de Aquiles es mayor. Por lo que correr en cinta para una persona que se recupera de una lesión por estrés es más recomendado en cinta, mientras que no lo sería para una persona que se recupera de una lesión en el tendón de Aquiles.
Si le damos un enfoque en relación a las posibles lesiones, vemos que:
– Salir a correr por la calle, sin un calzado adecuado, con frecuencia y sin una técnica cuidada puede provocarnos futuras lesiones en las articulaciones del tobillo y la rodilla. Por lo que correr en cinta es menos agresivo para nuestras articulaciones ya que controlamos mucho más la postura, como la intensidad y la inclinación.
¿Efectos en nuestra salud? Debemos siempre controlar 3 principales facturas ambientales:
– Temperatura: Si es muy elevada provocará una mayor sudoración.
– Humedad: Si nos encontramos en un ambiente de mucha humedad podemos encontrarnos con un nivel de fatiga mayor y de sudoración.
– Polución: La contaminación que tienen las grandes ciudades, preferiblemente siempre correr por zonas verdes y/o montaña.
Desde un punto de vista lúdico y de motivación:
– El principal enemigo de correr en cinta para todos los corredores es el aburrimiento, este provoca una sensación de fatiga mucho antes que si estuviéramos corriendo al aire libre con un objetivo de desplazarnos hacia un lugar y tener que volver.
– Para poder solucionar este tema lo mejor es poder jugar con las intensidades / inclinación de la máquina. Por ello, una buena planificación del entrenamiento nos hará conseguir acabar la sesión en cinta que tengamos programada.
– Correr al aire libre nos permite cambiar el lugar, el escenario. Decidir cada día el recorrido evita caer en la monotonía y poder disfrutar de infinidad de alternativas para conseguir que un entrenamiento nunca se parezca al del día anterior.
Como conclusión podemos afirmar, que las grandes diferencias se encuentran en el contexto de la actividad. No tanto en la actividad propiamente dicha. Por ello dependerá solo y exclusivamente de ti.
Lo que está claro es que salgas a correr en la calle o decidas hacerlo en la cinta. Practicar la actividad de correr es una de las mejores opciones tanto para tu salud como para tu mente. Ya sea solo o acompañado … ¡No hay excusa para no hacerlo!