Un picoteo entre comidas no sólo es bueno sino que es necesario. Nuestro cuerpo necesita ingerir alimentos cada 2 horas y media o 3 horas y realizar una pequeña actividad física para mantener el metabolismo activo y alto, a la vez que mantenemos constantes todas las demás funciones vitales.
Es importante que hagamos un desayuno fuerte acorde a nuestra actividad diaria, almorcemos algo leve para saciar un poco el apetito hasta la hora de la comida, comamos algo con fundamento a la hora de la comida, pues es una de las comidas más importantes del día, merendemos algo equilibrado y leve igual que en el almuerzo y cenemos muy ligero para descansar bien y levantarnos al día siguiente con apetito. Ese es el truco a seguir.
Por otra parte, nuestro cuerpo necesita unos gramos diarios de hidratos de carbono, proteínas y grasas, eso es innegable, así que deja de mirar las calorías que lleva esa galleta, ese filete de pavo o lo que sea que vayas a comer, fijémonos en la tabla nutricional para ver sus hidratos de carbono y proteínas y, con esto, poder reducir al máximo las grasas saturadas que son las no beneficiosas. ¡Ojo! Con los hidratos de carbono tenemos que fijarnos que los azúcares sean lo más bajos posible.
¿Demasiada información? Vamos a algo más específico. Muchos optaréis por comprar zumos, productos dietéticos o comer poco para no excedernos en un almuerzo o merienda. ¡Esto es un grave error! Debemos comer dependiendo de la actividad que tenemos a lo largo del día y fijarnos que, por muy sano que parezca, los zumos envasados son ricos en azúcares mientras que los productos dietéticos reducen los azúcares pero aumentan grasas saturadas. ¡Tengamos cuidado con lo que compramos!
Si bien nos apetece comer algo dulce olvidémonos de la bollería, podemos optar por nuestras golosinas: las frutas. ¿Qué hay más dulce que una sandía en verano o un melón? ¿Y qué me dices de las fresas, naranjas, mandarinas, kiwis, etc…?
¿Y si queremos algo salado? Podemos optar por nuestro típico sándwich de pavo o atún que nos quitará el hambre o unos pocos frutos secos, ricos en proteína.
El hecho de utilizar sándwich en vez de barra de pan es simple, como tenemos que guiarnos por la tabla nutricional, es más fácil ver los hidratos de carbono de una rebanada de pan (13g de HC aproximadamente).
Por último, debemos saber que hay una confusión con hambre y sed.
Con la edad, el mecanismo se desajusta y es muy frecuente pensar que tenemos hambre cuando tenemos sed, pero también una persona joven que come demasiada comida basura, refrescos, alcohol, productos poco nutritivos en definitiva, sufrirá de sed.
El truco es que, cuando tengamos hambre y tengamos la duda, nos tomemos un vaso de agua y esperemos 10 minutos a ver si se sacia esa sensación.
En resumen, intentamos comer cada 2 horas y media o 3 horas, comemos frutas para saciar nuestras ganas de comer dulce o bien, frutos secos o sándwich para saciar nuestras ganas de comer salado. Si tenemos que optar por algún producto de aspecto saludable como los productos dietéticos o los zumos envasados, nos fijaremos bien en la tabla nutricional para ver que los azúcares son mínimos y las grasas son bajas o nulas, pero si queremos tomarnos un zumo aprovechemos nuestras frutas e improvisemos.
Si os apetece un batido de frutas “smoothie”: con una pieza de fruta con poco líquido o sin líquido (yo utilizo la manzana porque me encanta la manzana), un yogur 0,0% natural (o sabor a elegir) y un poco de leche desnatada (yo echo el culo de un vaso, pero va al gusto si lo queremos más o menos líquido) os saldrá un batido que sacia bastante y muy sano. ¡Probadlo!