Son muchos los que al comienzo del año anotan en su lista de propósitos apuntarse al gimnasio, bajar algunos kilos, hacer más ejercicio, llevar una vida más sana… Pero a la hora de la verdad, todos estos objetivos se ven truncados por la falta de tiempo.
Estamos acostumbrados a llevar un ritmo de vida acelerado, tanto en el trabajo como en nuestro propio hogar y al final del día parece que llegamos con la sensación de que nos faltan horas para poder hacer todo lo que nos gustaría. Como consecuencia, dejamos para otro momento hacer deporte, pero incluso la persona más ocupada puede sacar tiempo para entrenar de manera constante si se lo propone.
A continuación te dejamos algunas fórmulas para organizar tu tiempo y poder regalarte de manera regular tu dosis de felicidad a través del ejercicio.
Cambia tus prioridades
Debes incluir el ejercicio como una prioridad para tu día a día. Si crees que es imposible párate a pensar el tiempo que has invertido en ojear las redes sociales, ver la tele, algún capítulo de tu serie favorita, o cuánto tiempo has dedicado a la hora de la comida. Te sorprenderá saber que es más tiempo del que piensas. Si reunimos todos esos ratos de sedentarismo, seguramente sumas la cantidad suficiente de tiempo para poder dedicarle a tu cuerpo un entrenamiento.
Busca alternativas
No es necesario que dediques todos los días una hora o más al deporte. Existen entrenamientos, como por ejemplo el HIIT, diseñados para conseguir un alto consumo calórico en poco tiempo.
Olvídate de los “cuando”
Lo haré “cuando tenga menos trabajo”, “cuando no esté cansado”, “cuando termine esto”… No podemos utilizar estas excusas porque quizá esos momentos nunca lleguen. Así que la solución es adaptarse al volumen de trabajo, intentar descansar más para no estar cansados y en definitiva, no posponer el momento de entrenar, sino hacerle un hueco.
Crea un itinerario semanal
Diseñar y anotar los entrenamientos previstos para la semana ayuda a que busquemos la manera de gestionar nuestro día a día teniendo en cuenta que hay que sacar adelante los entrenamientos.
Ten presente las consecuencias del sedentarismo
Ya sabemos los innumerables beneficios de hacer deporte y tener una vida activa. Párate y reflexiona sobre lo que puede conllevar una vida sedentaria: obesidad, diabetes, colesterol, ansiedad, depresión, estrés… Así que pensemos qué presente y qué futuro queremos para nuestra salud y atribuyámosle la importancia y el tiempo que merece.